AREAL VALENCIA

Podría decir que es un Magazine, pero no estoy seguro de ello. De lo único que si estoy seguro, es que aquí se escribe de todo y lo que sea.

viernes, 30 de julio de 2010

Nlelith

Estimado Amigo:

¿Te acuerdas de Lilith? (Nlelith) La deidad mesopotámica que fue suprimida de las historias bíblicas por conciderarse liberal y no tomar una actitud sumisa durante el coito. Pues ella sabía que la mujer fue creada para recibir y dar placer, a diferencia de Eva, que cometio el error de la concepción, el pecado origi...nal, pues creo vida con su cuerpo, jugando a ser Dios.
Bueno, en fin, encontre esto del Armenio:
Nlelith es un profeta, del profeta vino el rey, del rey vino el pobre, del pobre vino el cambio, del cambio vino la creacion, de la creación vino el amor, tu no sabes de que trata todo este amor, Reza al señor y pasa las municiones, Reza, reza al señor y pasa las municiones, la vida declarando nuestra confianza espiritual.
Ahora Isaias 34:14 dice: Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí reposará Lilit y en él encontrará descanso. Lo que es muy actual estimado Hapax Legomenon.
Marco Aurelio Denegri dijo una vez en su programa que casi nadie ve, que Un mundo Feliz de Aldous Huxley era a donde ibamos. Yo creo que de ahi venimos y ahi volveremos. Tambiñen creo que en los armenios estan las respuestas solo que estas estan muy encriptadas.Ya tienes algo que hacer este fin de semana, amigo mio.

jueves, 8 de julio de 2010

Mecánica M

El viento soplaba en el norte de Húgrobo. Las laderas seguían inclinadas y los valles descansaban arropados debajo de su suave lona. En la casa que esta a las afueras del pueblo, alejado del bullicio, se encontraba Hug, preparándose la cena, como todos los días. Mirando hacía la ventana que está sobre el lavadero y que da hacia el valle, Hug escuchaba el viento que le cantaba al oído. Se sentía relajado. Respiraba hondo y miraba el grass moverse suavemente de lado a lado, tanto así que le provocaba recostarse sobre el y dormir la siesta, pero luego se dio cuenta de que aun tiene que lavar los platos, limpiar la casa y lavar la ropa.
Era imposible de que suceda - pensó.
Cuando escuchó a través de la ventana, un sonido muy finito, como el de una flauta, pero que no se le asemejaba, no sabía cómo definir aquel sonido, era ambiguo, luego y por compaces cortos había como un contra punto de voces, casi imperceptible, pero causaba un deleite profundo en su adentros. Hug se levantó de la silla y miró hacia donde él creía que el sonido venía, y sin sospecharlo siquiera, en él se incrementaba un deseo incandescente de salir y de descubrir qué era lo que lo atraía tanto. Lo pensó por algún tiempo. Camino de lado al lado. Hasta que al abrir
los ojos ya se encontraba fuera de casa con una mochila de cuero liso sobre la espalda.
Medio kilómetro más y llegaba a cubrir veinte kilómetros planos. Se sentía exhausto y con sed, pero sentía que si se detenía perdería tramo y el cansancio lo embargaría y luego sería muy difícil retomar el camino. Pero el viaje fue demasiado para él, no pudo más, así que se separó del camino y sin remedio se sentó en un llano que estaba cubierto de arboles grandes, hizo una fogata y reposó sobre unas rocas. Luego sacó unas hojas de pan y mostaza con miel, también calentó agua sobre el fuego que había provocado haciendo un artilugio de maderas y hojas.
Sin embargo, pensó - el agua necesita de unas hierbas que le den un sabor apaciguador. Camino al rededor, encontró unas hierbas olorosas y las dejó reposar en el agua que ya empezaba a embullir.
Mientras terminaba de comer pensó en que nunca llegaría a donde se suponía él se dirigía, que había sido todo una torpeza de su parte. Cuando en ese momento, de manera repentina y sorpresiva, a través de los árboles se abrió una luz muy encendida. Esta llamó su atención raudamente. Se acercó tímidamente abriéndose paso con las manos. Al estar ya próximo a la luz que salía de Dios sabe donde, dejó de sentir suelo y cayó súbitamente. El alma se le desprendía del pecho, cuando en ello, una hilacha de humedad se prendió de la punta de sus zapatos... y simplemente, se dejó caer.
Mientras salía a la superficie veía que la luz se había apoderado de todo el lago. Cuando se dio a flote, miró hacia todos lados y solo veía una luz que lo rodeaba y le imposibilitaba ver más allá de sus pestañas. No sabía a donde ir. Desesperado por la inconsistencia de pensamientos, solo tomó una bocanada de aire y se hundió nuevamente en el agua. Tomándose de las raíces que salían de los filos de las paredes del lago se direccionaba mientras buceaba pegado a la orilla. Trató de pararse en una piedra o en algo donde se pudiese apoyar y así mismo pudiese alcanzar el suelo con sus manos, pero no había nada que se le pareciese, así que siguió nadando.
De rato en rato salía a tomar aire y trataba con esperanza de alcanzar un punto donde se pudiese apoyar, agarrar, sostener o ver algo, pero al no encontrar solución volvía a zambullirse. El miedo empezaba a tormentarlo y el cansancio ya lo dominaba.
De pronto, Hug abrió los ojos, parecía que se encontraba al pie de una ladera. Después de despabilarse giró la vista al rededor y a su lado se encontraba una bella chica de cabellos largos rojos rizados, abundantes pecas, gafas negras redondas y pantalones de obrero ajustados que dibujaban su figura.
¿Qué te paso a ti? - preguntó ella.
No sabía que responder, se encontraba sin palabras

¿Porqué, dónde esta la luz que se había apoderado del lago? - preguntó él.
Ella no sabía de lo que él hablaba. Lo ayudó a levantarse, mientras le decía que pase a secarse a su casa y que allí él podría contarle todo. Hug no tenía opción, así que accedió sin titubear. En la casa, ella le ofreció muda de ropa limpia que tenía guardada en el closet proveniente de un pariente que ya no vivía más con ella, además de un reponedor baño caliente en la tina.
Para cuando el salió de la ducha ya cambiado, se dio con una comida deliciosa puesta sobre la mesa; Costillas de Vaskulyacks horneados con una deliciosa salsa de miel acompañados de tiernos verduillos que a él no le gustaban, pero que por educación comería. También le habían preparado un remedió casero que servía como calmante para situaciones como aquella, solo que como sabía muy mal le había hechado semillas de Gortrols para que le dé un mejor sabor. Él sonriente le dio las gracias y se sentó.
Su nombre era Elha, tenía un espíritu muy animado y servicial. A pesar de su aspecto campirano, su manera de hablar no parecía el de una persona que se dedicase al campo, pero las sospechas se diluían a medida que Hug terminaba de narrar lo que le había pasado.
Al terminar la historia, Elha quedó muy sorprendida por lo que Hug le había contado; lo miraba inpacientemente con ojos brillosos y emocionados. Pero luego se sorprendió más aun cuando al terminar de comer Hug le dijo que se retiraba y que trataría de encontrar el camino a casa. Elha, determinada a que se quedara ya que era muy peligroso que se vaya a esa hora, le dijo que gustosa le preparaba una habitación y que todo estaría más que en orden por la mañana. Que igual se pueden tomar unos Jackyacks para apaciguarse y descansar. A Hug le intrigó un poco la petición, pero al sentirse tan cansado decidió dejar de pensar en ello y acceder, además y por último podría ser tan sólo un episodio de paranoia por todo lo ocurrido.
Se sentaron en la sala frente a la chimenea a terminarse sus bebidas y a charlar un poco más. El ambiente dejó de ser tan frío e impersonal. El calor de las brazas mecía las sensaciones y relajaban los colores de la habitación. Y entre sonrisas se soltaban tiernos comentarios que encontraban la manera de encender más el fuego que calentase sus fríos cuerpos.
Los días siguientes fueron muy inusuales para Hug, debido a que por las noches no podía dormir. Se había apoderado de él una extraña sensación que lo atormentaba desde las entrañas. No sabía si el dolor era físico o mental, si aun vivía episodios post traumáticos después de lo ocurrido o es que algo proveniente de las aguas del lago se había metido en su organismo.
Los días venideros fueron terribles, Hug se la pasaba deambulando malhumorado, todo su mundo se le venía abajo pues no podía descansar en paz. Así que en medio de su tormento pensó que el problema se había originado desde que regresó de casa de Elha, así que decidió volver a ver si encontraba una explicación lógica de lo que le ocurría, ya que en el pueblo, nadie le daba una explicacíon certera.
Al llegar vio que la casa se encontraba en frente del lago, tal y como lo recordaba. Algunas cosas eran diferentes, pero qué sabía él, si cuando llego a aquel lugar estaba conmocionado por el shock. Tocó la puerta con apremio, pero Elha no se encontraba; Hug decidió esperar un breve instante.
Mientras esperaba, se apodero de él el cansancio, quedando en un estado profundo de sueño. Mientras dormía, sintió como esta extraña fuerza que se apoderaba de él, tomaba cinco puntos de su sistema y los colocaba en un plano que si bien es cierto estaba marcado por dos lineas paralelas, estas no delineaban una superficie plana, si no, una superficie casi cóncava si se veía desde un ángulo esquinado. Pero si la imagen se veía desde otro lado, desde un ángulo proporcionalmente más alejado y casi desde arriba, este parecía convexo.
Hey, ¿qué haces aquí? - preguntó ella, mientras lo veía dormir en los escalones frente a la puerta de la casa. Hug despertó súbitamente y con los ojos rojos y desubicados le sonrió.
Luego, mientras estaban sentados en la sala, aprovechaban el momento para conversaban sobre lo ocurrido. Elha, trataba de explicarle a Hug que todo era parte del shock emocional que el había vivido, y que lo único que el necesitaba es un poco más de descanso, razón por la cual Elha cariñosamente fue a la cocina a preparar más de aquel remedio casero que lo hizo dormir tan bien aquella noche.
Hug aceptó pasar la noche en casa de Elha. Y a penas puso la cabeza sobre la almohada, quedó totalmente dormido. Mientras viajaba feliz por los dominios de Morfeo, pensó que por ahí y en realidad si era tan solo un trastorno por lo que había ocurrido y era ello lo que no lo dejaba dormir. Pero en seguida apareció nuevamente el plano con los cinco puntos equidistantes y aquella sensación que no lo dejaba en paz.
¿Qué es esto? - pensaba él mientras miraba detenidamente entre sueños los gráficos. Todo alrededor de este era negro, solo se veían las lineas blancas que parecían señalar el terrible juego que lo atormentaba y cinco esferas níveas que circundaba el hemisferio del seudo plano.
¡Ah!, debo resolverlo como un rompe cabezas - pensó.
- Tengo 5 esferas blancas, y las esferas tienen letras dibujadas sobre sus superficies, si me fijo bien, dos esferas tienen una A, otra esfera una K, otra una E y la última una W. ¿Qué significaran esas letras? ¿porqué giran dentro del plano? Es como si quisiesen ser ordenadas, eso quiere decir que las letras forman una palabra y la palabra es la solución a mis problemas. Entonces lo que debo de averiguar es qué palabra está en juego.
Los segundos parecían minutos, los minutos parecían horas y las horas parecían convertirse en días, los días semanas y las semanas parecían convertirse en meses, y finalmente los meses parecían saber a años.
Mientras miraba el plano, se acordó de aquella vez que caminaba por el pueblo de Húgrobo con su abuelo, ya hace muchos años atrás, y en esa caminata, el octogenario le había comentado de la inscripción en un libro que había visto en casa de Sair Raish Fegt Lajta, proveniente de tierras medias, el cual decía: "encuentra paz y te liberaras". Esta inscripción la tallaban en las cárceles a partir de 1450 en distintos puntos de la edificación para que los reos calmaran sus ansias. El rey Marun Awake Mataj Alu, conocido por su misericordioso poder, mandó a colocar en una de las celdas de la prisión de Ash-Sharq-I-Awsat, casi a finales de mil cuatro cientos, un artilugio preparado por un inventor italiano, que a su vez tenía ínfulas de pintor, quien colocó sobre esta puerta algo parecido a un acertijo mecánico móvil, en el cual él reo debía colocar los botones en la posición correcta para poder salir de la prisión. Entonces Hug recordó que el segundo nombre de este rey significaba "temprano despertar" en su idioma nativo, paradójicamente en el idioma anglosajon, "Awake", también significa "despierto".
Finalmente decidió colocar una A y una E en los dos puntos de abajo, como tratando de que hubiesen letras que sostuviesen el plano. Siete punto ochenta y seis pulgadas hacia delante colocó la W en frente de la A que se encontraba a la izquierda, y colocó la K en frente de la E que se encontraba a la derecha, formando dos pilares. De la primera base, es decir la de la izquierda, desde W, decendio la mitad de pulgadas de los pilares desde la parte superior hacia abajo en una linea vertical en un angulo de cuarenta y cinco grados, formando una unión con el lado undido del plano donde colocó la otra A, luego definió desde el centro y hacia arriba en otro angulo de cuarenta y cinco grados uniendolo con el otro pilar formado por la E y la K.
Se desperto en seguida al finalizar con su labor autoadjudicada. Asustado por lo que habia hecho, decidió ir por un vaso con agua. Cuando iba bajando hacia la cocina, sintió que tenía barba de varios días. Se sintió desubicado. Mientras bajaba, se dió cuenta que una puerta que nunca antes habia visto se encontraba entre abierta, decidió entrar. Ahí adentro, se encontraba Elha, pero ya no se encontraba más con esa apariencia de campecina, si no vestía un saco blanco como la de un médico y lo que parecía en primera instancia ser el ático, en realidad era un estudio lleno de tubos de ensayo y maquinas que escupían datos.
Insofacto preguntó - ¿Elha, qué está pasando?
Sorprendida de verlo contestó:
- ¡Hug se supone que el liquido que te dí debió matarte hace varios días ya, no sé cómo te has podido mantener con vida, si aquel liquido inhibe en su totalidad cualquier onda cerebral! ¡Se supone que inhibe tus sentidos hasta que quedas como un vejetal! ¿no lo entiendo?
Hug recordó en ese momento que antes de caer al lago, había tomado un te de hierbas y que a este brebaje le había agregado Flores de Bach que son conocidas por estabilizarte los sistemas del cuerpo y gracias a ello, él aun estaba con vida.
- Ya no importa, pero ya no te preocupes, ya todo acabara dentro de poco. Lastima de tu suerte. Si hubieras caido en otro lago... Bueno, te voy a dar un último beneficio... La luz que viste esa noche, es en realidad una onda amarilla que envía señales al fondo del lago y que retorna con la información que necesito para apoderarme del mineral que se encuentra en el fondo. Pero eso ya lo puedes deducir, como todo lo demás. Ahora solo quedara el recuerdo de que tanto como tú y el lago, alguna vez existieron.
Se miraron fijamente. Los dos sabían lo que vendría a continuación. El jiro los ojos lentamente hacia la mesa que se encontraba delante de él y se fijo que en el filo se encontraba un bowl de madera con un liquido de olor familiar, mientras estiraba el brazo para recojer dicho envase, vió por la rendija de la esquina del ojo izquierdo a Elha que se le venía ensima con una daga plateada en la mano. Hug solo cerro los ojos y vertió el liquidido que contenía el posillo en el rostro de la atacante. Elha quedó destrozada en su delirio hasta que finalmente encontró la tranquilidad y dejo de estremecerse en el suelo.
Parecía que todo había acabado ya. Pero Hug no lo sintió así. Se acercó a ver la pantalla de la computadora principal, no entendía nada, veía los botones sobre puestos en una consola predispuesta y no comprendía nada, solo pudo ver que cuatro luces se prendian intermitentemente. Y que estas luces tenían dibujadas sobre ellas las mismas letras que el había visto durante su pernocte. Fue así que vió: A, W, A y K encendidos, pero las E se encontraba apagada. En seguida dedujo que Elha se predisponia a presionar ese botón cuando el ingresó a la habitación. Pero qué es lo que pasaría de apretar el botón. Se tentó de presionarlo. Estando ya con el dedo sobre la E, bajo el dedo y presiono otra letra que estaba debajo de esta y que tenía una O sobre su superficie. Y automáticamente, todo se apagó.



sábado, 10 de abril de 2010

La Aventura de Hug

Era un día como cualquiera, brillaba el sol sobre las laderas y el grass lucía tranquilo, simulando ser un cobertor o una sábana verde esmeralda, así eran los días en Húgrobo. Alejado del centro del pueblo y el bullicio insostenible, al lado de las laderas, vivía Hug, en su pequeña y acogedora casita azul hecha de pura nobleza. Hug vivía lejos de el ruido y la intranquilidad, pues era un muchacho tierno y sosegado. No importa cuanto tiempo le tomase llegar al pueblo de Támalla para hacer las compras, a él más le favorecía la tranquilidad que se vivía en su hogar.

Pero no más haya de algún tiempo acá, a Hug se le dio por salir a pasear más a menudo por el mercadillo del pueblo, como buscando algo que a nadie se le hubiese ocurrido inventar aun, pero que sólo él sabía que algún día llegaría. Así se la pasaba él, muchas veces simulando que estaba haciendo las compras de Tugnones y lo que fuese necesario o que faltase para la casa. Cuando por una calle lateral que desemboca al centro del pueblo, salió de entre ella una silueta que no muy seguido se lograba ver pasar por aquella plazuela. El destello del sol iluminaba su largo vestido plata y su dorada melena ensortijada que indicaba su cintura, enmelecía con su radiante belleza las calles de aquel cantón. Ella era nueva en el pueblo, y nadie había escuchado acerca de ella, jamas.




Es así que ella se detuvo sobre la pileta central para refrescarse un poco, y en seguida Hug se acerco titubeando y dudoso. Ella se mostraba erguida y sofisticada desplegando una sonrisa colosal, digna de cualquier princesa. Hug se acercó, y muy tímidamente le preguntó, si quería una hoja de pan, que él gustoso se la regalaba si ella se lo permitía. Lamentáblemente, ella declinó. Hug, impertinente, le ofreció comprarle mostaza con miel, pero ella declino nuevamente la invitación. Hug, sumamente atraído por esta damisela, le pidió conocer su nombre, y ella... declino. Derrotado, Hug se retiró, pidió disculpas por la intromisión y giró para regresar a sus diligencias, cuando ella, con una suave y delicada voz le dijo que no podía corresponderle en ese momento, pues su madre la veía desde muy lejos, y tenía que declinar cualquier invitación u ofrecimiento de cualquier extraño. Hug, entendió, asintió con la cabeza y se retiró. Mientras se alejaba, quiso regresar ligeramente para preguntarle su nombre, y mientras giraba para cumplir su cometido, el viento le susurro a su oído, "mi nombre es Emn", para cuando termino de girar la cabeza, ella ya se había ido.



A la semana siguiente, Hug recibió la primera carta de Emn. Habían pasado recién días pero él lo sentía como si hubiesen pasado mil años. La extrañaba ya sin conocerla. No entendía por que se ponía así, solamente sabía que realmente le gustaba la bella señorita. Al terminar de leer la carta eufórico gritó. No podía creer que algo así le estuviese pasando, cómo había cambiado su vida tanto, tan solo con ir a hacer las compras del día.




Aunque por un momento pensó en cómo había conseguido ella su dirección, todo se disipó, al releer la carta.





La fantasía seguía su curso en Támalla, ella enviaba las cartas con interés súbito, y en cada carta siempre prometía seguir haciéndolo, inclusive hasta que se le caigan los dedos, decía ella.






Un buen día, nuestro amigo Hug, recibio una carta de Emn, donde ella le contaba que su madre, había aceptado casarla con el cortesano Tok, a cambio de unas tierras. Y que le dolía mucho darle semejante noticia y de esta manera, pero que ella siempre lo recordaría. Hug, ensimismado y alterado, pensó y pensó, pero ninguna respuesta llegó a encontrar. Cayendo la noche, esta se apodero de su velador, como por inercia prendió una luz tenue que le diera un hilo de luz, para que pudiese escribirle una dolorosa carta y enviársela a su amada Emn. Pero pensó él, -"por qué he de terminar con esta calamidad, si aún puedo encontrar una solución".



-"Hola mi vida, quiero verte todos los días de aquí ha la eternidad, pues si pudiese de una vez te raptaría y con migo te llevaría a un lugar muy lejano donde solo tu y yo pudiésemos disfrutar de nuestra soledad, solo da la orden y te liberare de tu celador que ha interrumpido esta historia de amor".



Esperaba paciente, siempre a la espera de alguna respuesta, agazapado, preparado y atrincherado frente a la hoguera, cual soldado que vigila el fortín. Pero el tiempo jugaba con él, hacía de la eternidad, una cárcel que te condenaba a un infinito esperar.


Un día, Hug, casi perdiendo la fe en la vida, se encontraba recostado sobre un tapete sucio frente a la hoguera, sin darse cuenta que habían pasado semanas desde la última vez que salió a hacer las compras de la casa. Cuando en ello, alguien tocó a su puerta, -"toc, toc, toc", se escuchó. -"Quién me buscará, penso él". Pensativo, se acerco hasta la puerta y miro por el ojo mágico, era ella, la viva imagen del candor y la belleza hecha ser humano. Abrió con rapidez la puerta y la jaló del brazo, -"¿te has escapado?, vamos di me cómo has hecho. Pero ella lo detuvo. -"No soy quien tu crees, soy la hermana de Emn, Sü, ella me mando a dejarte esta carta y que lamenta no poder habértela enviado antes, pero ha estado ocupada con las cosas del matrimonio y como me dijo que eran buenos amigos y que por esto no había podido enviarte una invitación, aquí estoy yo".



No salía de su asombro, su corazón palpitaba a morir, no sabía que pensar. Trataba de ordenar sus ideas rápidamente hasta que solo dijo, -"¿Puedes sentarte un momento?". Ella accedió, pues se dislumbraba en el rostro de Hug, un nudo de misterios.



Juntos se sentaron a conversar sobre cómodos asientos de algodón y suave lino. El parecido era inigualable, parecía que estaba viendo a la mismísima Emn en persona. Era inevitable preguntarle lo obvió, -"es mi melliza" respondió. Al seguir con la conversación, ella parecía no notar que sus palabras no eran escuchadas, pues él estaba perdido en la mirada de Sü. Y no fue hasta que se fue, que leyó lo que él creía era una invitación a un matrimonio, pero que terminó siendo una carta. Entre las líneas la respuesta encontró, -"ella es mi hermana, ella no sabe nada, solo que eres mi amigo y quiero que seas feliz, en ella encontraras lo que yo para ti, nunca fui".



Nuevas preguntas anidaban la cabeza de Hug, ya no sabía que pensar, estaba ya volviéndose loco. -"¿Era esto lo que andaba buscando?" se pasó el día murmurando. Al día siguiente, mientras acomodaba la casa, escuchó la puerta otra vez, -"¿qué?" pensó él. Era ella otra vez, era increíble. La invitó a pasar, y ella le contestó, -"mejor vamos a dar un paseo", mientras le mostraba una cesta de picnic.




La cesta tenía toda clase cosas ricas; tugnones, hojas de pan, cervilones, clomanos, suitsixs y lo que mas le gustaba a Hug, mostaza con miel. Mientras comían, reían y conversaban, de rato en rato, rozaban sus manos timidamente como señal de gusto. Hug parecía llevarse de maravilla con la similar doncella. Intercambiaban miradas certeras y comentarios decisivos. Pero era inevitable que un muchacho como Hug, dejase de pensar en cómo se sentiría Emn si él se dejaba llevar por su insanía.





Con el tiempo el otoño llegó, y de árbol en árbol, al unisono, soltaban una hoja verde que luego caería al suelo.




Parecía ser el momento adecuado, así que, Hug le dijo a Sü mirándole a los ojos, -"te amo amor mio, y quiero que pasemos el resto de nuestras vidas juntos, por favor casate con migo". Y ella le respondió, -"si, hug, si me casare contigo". -"Le diré a mi madre y a mi hermana, se pondrán muy contetas", exclamó.




-"Pensandolo mejor, haremos una cena y diré que iras, así los dos les podremos dar la sorpresa"




Todo esto era tan repentino, tanto así que Hug, por momentos, se preguntaba si hacía lo correcto, pues era natural, por todo lo ocurrido. Mientras bebía unos Jocyacks en el pórtico, pensó en que a veces Sü es algo rara, que a veces, solo a veces es... algo inexplicable.




Hug decidió ir a la casa de Sú, a pedirla en matrimonio, y en el camino se encontró una moneda tirada en el piso, eran de las nuevas, enseguida la guardo en el pequeño bolsillo de su saco. Aligeró el paso por que ya era tarde. Al llegar a la entrada pensó, -"creo que hoy es mi día de suerte". La puerta lentamente se abrió, haciendo un sonido chillón como imitando a un gato lamentándose haber nacido gato. Lentamente ingresó, -"¿hola?", preguntó. Estaba casi oscuro, como cuando llegan las seis de la tarde y no se ve mucho.





De la nada salio un hombre con voz ruda y cara insensible, gritando y vociferando injurias y amenazas. Petrificado Hug no supo que hacer, pues todo era muy violento y zarpado. Cuando Hug entró en si, corrió hacia el hombre y con el hombro al suelo lo tiró. Se puso de pie rápidamente, respiró y miró a todos lados. La puerta estaba cerrada y las cortinas oscuras poca luz dejaban entrar, unas cuantas velas alumbraban el cuarto, todo era misterioso y confuso. Se armó de valor y corrió hacía la puerta, cuando salió de la nada una mujer, -"¿a dónde crees que vá?", decía mientras se reía. -"Ahora es mi turno", respondió él. Sin importarle nada y como si la vida misma valiera poco, desenfrenado salto sobre ella y al suelo la mandó, le dio un par de palmadas y la sujetó de los brazos. -"¿Dónde esta Emn?", preguntó Hug. -"Ja ja ja ja" ella rió. -"Ella no existe, ella soy yo sin corazón". -"No", gritó él. -"No te creo nada" replicaba. El hombre se levantó y ferozmente fue a cojer su arma y gritó, -"levántate con las manos arriba", Hug asustado se puso de pié. Detrás de él y casi a velocidad de felino, la malvada mujer se incorporó y detrás de el armado se detuvo y le dijo, -"¡las dos mujeres que tu conociste son falsas, todo ha sido un invento, yo me disfrazaba y con mis puños me sacaba el corazón pues lo único que hemos querido siempre es tu tierra y ahora vas a morir, mata lo, mata lo!"





La luz era muy tenue, no se veía muy bien, pero el tiro parecía certero. -"Dispara, dispara", dijo Hug, -"no seas cobarde, mi vida no vale nada, has lo si tanto te place". El pistolero dibujó en su rostro una sonrisa, -"no me importa quien seas, tu fin te llegó". El tiempo por un segundo se detuvo, todo parecía ser muy claro ahora, el miedo lo inundó, sentía que la muerte se acercaba, acechándolo, y desgarrándole el deseo de querer estar vivo. Cuando en eso, sintió un impacto en su pecho. La fuerza del impacto, lo aventó hacia atrás. Retrocedió a tropesones y fue a dar sobre la pared, cuando se quiso sobreponer, se dio un volantín que lo mando a la calle, pues se había apoyado sobre una ventana abierta que solo había estado cubierta por las cortinas. Cuando se puso de pie, nuevamente, miró su pecho, y en el bolsillo pequeño del saco que se encuentra a la altura de su pecho, tenía un agujero por donde de pronto callo una moneda. Se agachó a recogerla. Y sobre ella vio una pequeña y circular magulladura que el impacto de la bala le había dejado. Al incorporarse, miró hacia adentro de la casa, las cortinas no detenían más al viento. Y vio, como la araña que colgaba del techo fue a dar en sima de sus dos secuestradores. La bala había rebotado en la moneda que lo protegió de la muerte y le dio al hilo que sostenía al infame candelabro de la cubierta.

jueves, 8 de abril de 2010

En el tiempo de Urquiza

Sobre la calle, las veredas y sobre mi mesa de centro, un café frió y un cigarro que pende de un cenicero carnicero que sostiene su vida con desden. En frente de mi, está la imagen de mi madre en su lecho de muerte, con tonos amarillo negruzcos en el fondo. Sin embargo, nada de eso es verdad, solo estaba soñando con los ojos abiertos, ...al menos por el momento. Sabra usted que el día de hoy recibí la triste noticia de que mi madre sufría de cáncer a la columna y la verdad, no me importo, y dije triste por que debe de ser triste que te digan que tu madre muere convaleciente en su lecho. Pero yo, saboreé con dicha y alegría la partida de la querida mía, mi madre. Serpiente vil y venenosa, atrapa dora de sueños, infatigable angustia que avanza como sonido del látigo siendo zarandeado en una profunda danza que simula un vuelo de cuervos en una noche traviesa. No me mal entiendan, yo quiero a mi madre, de verdad que si, pero es tan tranquilizante que haya otra... circunstancia que la asecine, en vez de su relator.


Son las once de la noche, sentado sobre mi mesa de té, miro el anochecer, clavado en un cliché, mis cigarros y mi café, Juan Valdez, que desgracia la mía padecer de simulación de clásico malvado del cine, pero no fue intencional, se los aseguro. Solo pienso encuadrillado en cómo sería cuando ella se vaya al mismísimo infierno. No solo por no haberme criado, si no de llenarse la boca de que ella me ha dado hasta lo inaudito, cuando no es así. En fin, cierra el círculo. Me perturba, no vivo en sosiego, atormentado por la teoría de mi mala crianza, debería de dejar atrás estos malos pensamientos, no es seguro... y para quien lo sepa, tampoco.

martes, 2 de marzo de 2010

Marco Asencio Mendoza


"La gente lee mucho, pero solo entiende la palabra gratis"

Funeraria



Es tan incongruente trabajar en una funeraria. ¿Cómo saber que sentir cuando llega el cliente?. ¿Alegre por que estoy ganándome la vida o triste por que un ser humano acaba de fallecer?.

domingo, 21 de febrero de 2010

Amiga De Vesania


Si, vesania es una palabra difícil, pero y ¿qué? dejen me usarla pues, o ¿ya no se puede usar palabras interesantes en este mundo de Internet y blackberries?


En fin, "ella" tiene nombre y apellido, pero en esta fecha, la llamaremos "Amiga de Vesania". Para mi, una amiga, una persona a quien quise tratar como un ser humano real e integro, darle mi apoyo incondicional y austero. Y lo más importante, no tratar de acostarme con ella.


Pues para mi, eso de la amistad entre hombres y mujeres es más que una falacia escondida en derredores. Es sexo oculto entre papeles de membresia y envuelta en papel de regalo. Lo digo por ambas partes, siempre una de ellas va a querer sobre pasarse. Y este fue el caso.


Yo no tenía ningún tipo de intenciones con esta chica, y cuando la conocí y entablar conversación con ella, sentí una conexión que pensé podría llevarse a otro nivel, uno el cual llevo yo con mis amigos hombres. Pero creo que ella no lo sentía así.


Me dijo que tenía novio, al cual nunca vi ni en fotos, en fin, por mi, ¡excelente!. Pues ella no me atraía en nada físicamente, así que tuviese novio, no me afectaba en nada. Ella me pregunto si yo tenía novia, a lo que le dije que no. Días después me dijo que tenía problemas con el susodicho, no me sorprendí, me pareció natural, pues es común en las parejas. Yo trate de incitarla a que resolviera sus problemas con el, pero el juego ya estaba hechado. A los días terminaron.


Siempre hablabamos y yo me sentía bien, tanto así que le decía mis cosas más personales, pero asumí que como mujer sabría guardar mis palabras dentro de un cofre bronceado con sumo recelo, pero no fue así, me enteré de boca de una amiga de ella que le había mencionado todo lo que yo le había comentado la noche anterior. No me sentí mal ni me puse a llorar como haría una niña vestida de Hello Kitty, pero si me pareció de mal gusto. Ya estaba trastocando mi confianza.


La vida seguía su curso. Personas que nos veían juntos, preguntaban si estábamos juntos o eramos pareja, yo les decía que no, que ella solo era mi amiga y que ella tenía novio o que estaba pasando por una etapa difícil, según viniese la pregunta. Además, si ella estaba interesada, era el problema de ella, por que "textualmente" le dije que yo no quería tener nada con ella, pues para mi era solo una amiga y disque casi una hermana.


Hasta que un día alguien le contó que había salido con una chica del círculo en el cual andamos y, ¡oh mi sorpresa!, hasta se enfermó. Me increpo por que no le había contado, por que no le dije para ir también y muchas cosas más que estaban fuera de lugar. Me sentí ahogado y presionado. Después de todo, ¿qué le iba a contar? ¿para que todo el mundo se entere de lo que hago o no? ¿para sentir el reproche de novia amargada? Si estoy soltero es precisamente para eso, para no sentir ese tipo de sensaciones apresoras. Esperen un segundo... ¿y no es factible que yo me de la libertad de escojer lo que a mi me de la gana y me plasca contar?, ¿no es ese uno de mis derechos fundamentales?


Nunca entendí que era lo que ella sentía por mi y francamente no lo quiero saber. Mis amigos hombres, no actúan así y de verdad tener una amiga mujer es un trabajo de 24 horas continuas. ¡Fue demasiado!, es casi como tener una enamorada aparte y que además no tocas. No pues, así no debe de ser.