AREAL VALENCIA
Podría decir que es un Magazine, pero no estoy seguro de ello. De lo único que si estoy seguro, es que aquí se escribe de todo y lo que sea.
viernes, 30 de julio de 2010
Nlelith
jueves, 8 de julio de 2010
Mecánica M
Era imposible de que suceda - pensó.
Cuando escuchó a través de la ventana, un sonido muy finito, como el de una flauta, pero que no se le asemejaba, no sabía cómo definir aquel sonido, era ambiguo, luego y por compaces cortos había como un contra punto de voces, casi imperceptible, pero causaba un deleite profundo en su adentros. Hug se levantó de la silla y miró hacia donde él creía que el sonido venía, y sin sospecharlo siquiera, en él se incrementaba un deseo incandescente de salir y de descubrir qué era lo que lo atraía tanto. Lo pensó por algún tiempo. Camino de lado al lado. Hasta que al abrir
los ojos ya se encontraba fuera de casa con una mochila de cuero liso sobre la espalda.
Medio kilómetro más y llegaba a cubrir veinte kilómetros planos. Se sentía exhausto y con sed, pero sentía que si se detenía perdería tramo y el cansancio lo embargaría y luego sería muy difícil retomar el camino. Pero el viaje fue demasiado para él, no pudo más, así que se separó del camino y sin remedio se sentó en un llano que estaba cubierto de arboles grandes, hizo una fogata y reposó sobre unas rocas. Luego sacó unas hojas de pan y mostaza con miel, también calentó agua sobre el fuego que había provocado haciendo un artilugio de maderas y hojas.
Sin embargo, pensó - el agua necesita de unas hierbas que le den un sabor apaciguador. Camino al rededor, encontró unas hierbas olorosas y las dejó reposar en el agua que ya empezaba a embullir.
Mientras terminaba de comer pensó en que nunca llegaría a donde se suponía él se dirigía, que había sido todo una torpeza de su parte. Cuando en ese momento, de manera repentina y sorpresiva, a través de los árboles se abrió una luz muy encendida. Esta llamó su atención raudamente. Se acercó tímidamente abriéndose paso con las manos. Al estar ya próximo a la luz que salía de Dios sabe donde, dejó de sentir suelo y cayó súbitamente. El alma se le desprendía del pecho, cuando en ello, una hilacha de humedad se prendió de la punta de sus zapatos... y simplemente, se dejó caer.
Mientras salía a la superficie veía que la luz se había apoderado de todo el lago. Cuando se dio a flote, miró hacia todos lados y solo veía una luz que lo rodeaba y le imposibilitaba ver más allá de sus pestañas. No sabía a donde ir. Desesperado por la inconsistencia de pensamientos, solo tomó una bocanada de aire y se hundió nuevamente en el agua. Tomándose de las raíces que salían de los filos de las paredes del lago se direccionaba mientras buceaba pegado a la orilla. Trató de pararse en una piedra o en algo donde se pudiese apoyar y así mismo pudiese alcanzar el suelo con sus manos, pero no había nada que se le pareciese, así que siguió nadando.
De rato en rato salía a tomar aire y trataba con esperanza de alcanzar un punto donde se pudiese apoyar, agarrar, sostener o ver algo, pero al no encontrar solución volvía a zambullirse. El miedo empezaba a tormentarlo y el cansancio ya lo dominaba.
De pronto, Hug abrió los ojos, parecía que se encontraba al pie de una ladera. Después de despabilarse giró la vista al rededor y a su lado se encontraba una bella chica de cabellos largos rojos rizados, abundantes pecas, gafas negras redondas y pantalones de obrero ajustados que dibujaban su figura.
¿Qué te paso a ti? - preguntó ella.
No sabía que responder, se encontraba sin palabras
¿Porqué, dónde esta la luz que se había apoderado del lago? - preguntó él.
Ella no sabía de lo que él hablaba. Lo ayudó a levantarse, mientras le decía que pase a secarse a su casa y que allí él podría contarle todo. Hug no tenía opción, así que accedió sin titubear. En la casa, ella le ofreció muda de ropa limpia que tenía guardada en el closet proveniente de un pariente que ya no vivía más con ella, además de un reponedor baño caliente en la tina.
Se sentaron en la sala frente a la chimenea a terminarse sus bebidas y a charlar un poco más. El ambiente dejó de ser tan frío e impersonal. El calor de las brazas mecía las sensaciones y relajaban los colores de la habitación. Y entre sonrisas se soltaban tiernos comentarios que encontraban la manera de encender más el fuego que calentase sus fríos cuerpos.
Los días siguientes fueron muy inusuales para Hug, debido a que por las noches no podía dormir. Se había apoderado de él una extraña sensación que lo atormentaba desde las entrañas. No sabía si el dolor era físico o mental, si aun vivía episodios post traumáticos después de lo ocurrido o es que algo proveniente de las aguas del lago se había metido en su organismo.
Los días venideros fueron terribles, Hug se la pasaba deambulando malhumorado, todo su mundo se le venía abajo pues no podía descansar en paz. Así que en medio de su tormento pensó que el problema se había originado desde que regresó de casa de Elha, así que decidió volver a ver si encontraba una explicación lógica de lo que le ocurría, ya que en el pueblo, nadie le daba una explicacíon certera.
Al llegar vio que la casa se encontraba en frente del lago, tal y como lo recordaba. Algunas cosas eran diferentes, pero qué sabía él, si cuando llego a aquel lugar estaba conmocionado por el shock. Tocó la puerta con apremio, pero Elha no se encontraba; Hug decidió esperar un breve instante.
Mientras esperaba, se apodero de él el cansancio, quedando en un estado profundo de sueño. Mientras dormía, sintió como esta extraña fuerza que se apoderaba de él, tomaba cinco puntos de su sistema y los colocaba en un plano que si bien es cierto estaba marcado por dos lineas paralelas, estas no delineaban una superficie plana, si no, una superficie casi cóncava si se veía desde un ángulo esquinado. Pero si la imagen se veía desde otro lado, desde un ángulo proporcionalmente más alejado y casi desde arriba, este parecía convexo.
Hey, ¿qué haces aquí? - preguntó ella, mientras lo veía dormir en los escalones frente a la puerta de la casa. Hug despertó súbitamente y con los ojos rojos y desubicados le sonrió.
Luego, mientras estaban sentados en la sala, aprovechaban el momento para conversaban sobre lo ocurrido. Elha, trataba de explicarle a Hug que todo era parte del shock emocional que el había vivido, y que lo único que el necesitaba es un poco más de descanso, razón por la cual Elha cariñosamente fue a la cocina a preparar más de aquel remedio casero que lo hizo dormir tan bien aquella noche.
Hug aceptó pasar la noche en casa de Elha. Y a penas puso la cabeza sobre la almohada, quedó totalmente dormido. Mientras viajaba feliz por los dominios de Morfeo, pensó que por ahí y en realidad si era tan solo un trastorno por lo que había ocurrido y era ello lo que no lo dejaba dormir. Pero en seguida apareció nuevamente el plano con los cinco puntos equidistantes y aquella sensación que no lo dejaba en paz.
¿Qué es esto? - pensaba él mientras miraba detenidamente entre sueños los gráficos. Todo alrededor de este era negro, solo se veían las lineas blancas que parecían señalar el terrible juego que lo atormentaba y cinco esferas níveas que circundaba el hemisferio del seudo plano.
¡Ah!, debo resolverlo como un rompe cabezas - pensó.
- Tengo 5 esferas blancas, y las esferas tienen letras dibujadas sobre sus superficies, si me fijo bien, dos esferas tienen una A, otra esfera una K, otra una E y la última una W. ¿Qué significaran esas letras? ¿porqué giran dentro del plano? Es como si quisiesen ser ordenadas, eso quiere decir que las letras forman una palabra y la palabra es la solución a mis problemas. Entonces lo que debo de averiguar es qué palabra está en juego.
Los segundos parecían minutos, los minutos parecían horas y las horas parecían convertirse en días, los días semanas y las semanas parecían convertirse en meses, y finalmente los meses parecían saber a años.
Mientras miraba el plano, se acordó de aquella vez que caminaba por el pueblo de Húgrobo con su abuelo, ya hace muchos años atrás, y en esa caminata, el octogenario le había comentado de la inscripción en un libro que había visto en casa de Sair Raish Fegt Lajta, proveniente de tierras medias, el cual decía: "encuentra paz y te liberaras". Esta inscripción la tallaban en las cárceles a partir de 1450 en distintos puntos de la edificación para que los reos calmaran sus ansias. El rey Marun Awake Mataj Alu, conocido por su misericordioso poder, mandó a colocar en una de las celdas de la prisión de Ash-Sharq-I-Awsat, casi a finales de mil cuatro cientos, un artilugio preparado por un inventor italiano, que a su vez tenía ínfulas de pintor, quien colocó sobre esta puerta algo parecido a un acertijo mecánico móvil, en el cual él reo debía colocar los botones en la posición correcta para poder salir de la prisión. Entonces Hug recordó que el segundo nombre de este rey significaba "temprano despertar" en su idioma nativo, paradójicamente en el idioma anglosajon, "Awake", también significa "despierto".
Finalmente decidió colocar una A y una E en los dos puntos de abajo, como tratando de que hubiesen letras que sostuviesen el plano. Siete punto ochenta y seis pulgadas hacia delante colocó la W en frente de la A que se encontraba a la izquierda, y colocó la K en frente de la E que se encontraba a la derecha, formando dos pilares. De la primera base, es decir la de la izquierda, desde W, decendio la mitad de pulgadas de los pilares desde la parte superior hacia abajo en una linea vertical en un angulo de cuarenta y cinco grados, formando una unión con el lado undido del plano donde colocó la otra A, luego definió desde el centro y hacia arriba en otro angulo de cuarenta y cinco grados uniendolo con el otro pilar formado por la E y la K.
Se desperto en seguida al finalizar con su labor autoadjudicada. Asustado por lo que habia hecho, decidió ir por un vaso con agua. Cuando iba bajando hacia la cocina, sintió que tenía barba de varios días. Se sintió desubicado. Mientras bajaba, se dió cuenta que una puerta que nunca antes habia visto se encontraba entre abierta, decidió entrar. Ahí adentro, se encontraba Elha, pero ya no se encontraba más con esa apariencia de campecina, si no vestía un saco blanco como la de un médico y lo que parecía en primera instancia ser el ático, en realidad era un estudio lleno de tubos de ensayo y maquinas que escupían datos.
Insofacto preguntó - ¿Elha, qué está pasando?
Sorprendida de verlo contestó:
- ¡Hug se supone que el liquido que te dí debió matarte hace varios días ya, no sé cómo te has podido mantener con vida, si aquel liquido inhibe en su totalidad cualquier onda cerebral! ¡Se supone que inhibe tus sentidos hasta que quedas como un vejetal! ¿no lo entiendo?
Se miraron fijamente. Los dos sabían lo que vendría a continuación. El jiro los ojos lentamente hacia la mesa que se encontraba delante de él y se fijo que en el filo se encontraba un bowl de madera con un liquido de olor familiar, mientras estiraba el brazo para recojer dicho envase, vió por la rendija de la esquina del ojo izquierdo a Elha que se le venía ensima con una daga plateada en la mano. Hug solo cerro los ojos y vertió el liquidido que contenía el posillo en el rostro de la atacante. Elha quedó destrozada en su delirio hasta que finalmente encontró la tranquilidad y dejo de estremecerse en el suelo.
Parecía que todo había acabado ya. Pero Hug no lo sintió así. Se acercó a ver la pantalla de la computadora principal, no entendía nada, veía los botones sobre puestos en una consola predispuesta y no comprendía nada, solo pudo ver que cuatro luces se prendian intermitentemente. Y que estas luces tenían dibujadas sobre ellas las mismas letras que el había visto durante su pernocte. Fue así que vió: A, W, A y K encendidos, pero las E se encontraba apagada. En seguida dedujo que Elha se predisponia a presionar ese botón cuando el ingresó a la habitación. Pero qué es lo que pasaría de apretar el botón. Se tentó de presionarlo. Estando ya con el dedo sobre la E, bajo el dedo y presiono otra letra que estaba debajo de esta y que tenía una O sobre su superficie. Y automáticamente, todo se apagó.
sábado, 10 de abril de 2010
La Aventura de Hug
Esperaba paciente, siempre a la espera de alguna respuesta, agazapado, preparado y atrincherado frente a la hoguera, cual soldado que vigila el fortín. Pero el tiempo jugaba con él, hacía de la eternidad, una cárcel que te condenaba a un infinito esperar.
Un día, Hug, casi perdiendo la fe en la vida, se encontraba recostado sobre un tapete sucio frente a la hoguera, sin darse cuenta que habían pasado semanas desde la última vez que salió a hacer las compras de la casa. Cuando en ello, alguien tocó a su puerta, -"toc, toc, toc", se escuchó. -"Quién me buscará, penso él". Pensativo, se acerco hasta la puerta y miro por el ojo mágico, era ella, la viva imagen del candor y la belleza hecha ser humano. Abrió con rapidez la puerta y la jaló del brazo, -"¿te has escapado?, vamos di me cómo has hecho. Pero ella lo detuvo. -"No soy quien tu crees, soy la hermana de Emn, Sü, ella me mando a dejarte esta carta y que lamenta no poder habértela enviado antes, pero ha estado ocupada con las cosas del matrimonio y como me dijo que eran buenos amigos y que por esto no había podido enviarte una invitación, aquí estoy yo".
No salía de su asombro, su corazón palpitaba a morir, no sabía que pensar. Trataba de ordenar sus ideas rápidamente hasta que solo dijo, -"¿Puedes sentarte un momento?". Ella accedió, pues se dislumbraba en el rostro de Hug, un nudo de misterios.
Nuevas preguntas anidaban la cabeza de Hug, ya no sabía que pensar, estaba ya volviéndose loco. -"¿Era esto lo que andaba buscando?" se pasó el día murmurando. Al día siguiente, mientras acomodaba la casa, escuchó la puerta otra vez, -"¿qué?" pensó él. Era ella otra vez, era increíble. La invitó a pasar, y ella le contestó, -"mejor vamos a dar un paseo", mientras le mostraba una cesta de picnic.